El periodismo es uno de los pilares sobre los que se sustenta cualquier sociedad democrática. Hoy 24 de enero, fecha en la que se celebra la festividad de San Francisco de Sales, patrón de los periodistas, queremos destacar desde el Colegio Profesional de Periodistas de Castilla y León los retos actuales y futuros a los que se enfrenta nuestra profesión.
Es triste y preocupante que año tras año denunciemos las lacras que acechan al periodismo y las personas y entidades que deberían poner solución a dichos problemas hagan caso omiso, lo que provoca el empeoramiento paulatino de las condiciones en las que se desarrolla nuestro ejercicio laboral.
El Colegio Profesional de Periodistas de Castilla y León viene denunciando desde su creación, hace diez años, el peligro y los efectos negativos del intrusismo profesional, uno de los causantes de la pérdida de credibilidad de nuestra profesión. Como servicio esencial que es, sólo debería ser ejercido por personas con titulación en Periodismo o en Comunicación Audiovisual. Si algo diferencia al periodismo de otro tipo de comunicación es la ética y la deontología, unos conocimientos que forman parte del programa formativo impartido en las universidades. Difícilmente podemos exigir a una persona que carece de esa preparación que cumpla con el código deontológico de la profesión. Dicho intrusismo no es sólo fomentado por empresas privadas, sino que instituciones públicas de nuestra comunidad autónoma, entre las que se encuentran universidades, ayuntamientos y otras entidades, también han protagonizado prácticas totalmente rechazables en este sentido.
Junto al intrusismo, otro de los problemas más preocupante es la precariedad laboral de la que somos víctimas en numerosos casos. Sueldos no ajustados a nuestra formación, carga laboral excesiva y horarios que hacen imposible una conciliación de la vida laboral y familiar provocan que los periodistas no podamos desarrollar nuestra responsabilidad con unas condiciones óptimas, lo que al final se traduce en que no siempre podamos trabajar como nos gustaría y como se merece la ciudadanía. Entendemos que la situación económica es complicada; prueba de ello es que este último año varios medios de comunicación de nuestra comunidad han cerrado, pero pedimos a los responsables de las empresas del sector que mejoren las condiciones de sus plantillas y, de esta manera, podamos ejercer nuestra responsabilidad en mejores condiciones.
Otro de los problemas que venimos denunciando desde hace tiempo desde el Colegio Profesional de Periodistas de Castilla y León son los ataques a la libertad de prensa y al derecho a la información. Estos se traducen en los insultos y las amenazas que reciben los profesionales mientras cubren algún tipo de concentración o manifestación o a través de las redes sociales y en la celebración de ruedas de prensa sin preguntas por parte de los representantes públicos.
Por último, con motivo de la celebración de nuestra festividad, deseamos tener un recuerdo especial hacia nuestro compañero Aurelio Martín González, uno de los impulsores de nuestro Colegio, que falleció en junio del año pasado.