En situaciones como la que está aconteciendo en relación al coronavirus Covid-19 es cuando los medios de comunicación deben ser conscientes más que nunca del servicio público que deben llevar a cabo, motivo por el cual es muy importante que el tratamiento informativo de este coronavirus se haga siempre con rigor y responsabilidad.
El Colegio Profesional de Periodistas de Castilla y León recuerda a los medios de comunicación y a los periodistas que deben ser divulgativos, pedagógicos y ofrecer a la ciudadanía datos contrastados y que eviten alarmas innecesarias. Por esta razón, es importante que den voz a personas expertas, huyendo de la especulación y de los sensacionalismos, ya que estos pueden fomentar la creación de alarmas innecesarias. El lenguaje alarmista y titulares dramáticos favorecen la generación y divulgación de noticias falsas.
Por todo ello, el Colegio Profesional de Periodistas de Castilla y León recomienda acudir a guías específicas sobre crisis sanitarias y sobre el propio coronavirus Covid-19, para abordar de manera responsable la situación actual.
Algunas recomendaciones a tener en cuenta en el tratamiento del coronavirus Covid-19 en los medios de comunicación son:
– Precisión y rigor en la información difundida a través de las redes sociales, buscando siempre las fuentes o¬ficiales en materia de salud.
– Administrar correctamente los tiempos existentes entre la canalización de una información y la distribución de nuevos datos relativos a la misma.
– Transparencia y concisión. Evaluar los instrumentos de gestión de la crisis con la mayor objetividad posible para dejar a un lado los posibles conflictos de intereses.
– Claridad a la hora de informar en tiempo real con los datos concisos que precise la población para estar informada.
– Huir de todo tipo de sensacionalismo.
– No contribuir a magni¬ficar el caso con la difusión de informaciones que puedan ser objeto de sobre dimensión por parte de la opinión pública. Evitar dramatismo en el uso del lenguaje y huir de los riesgos informativos.
– Dar a conocer a la población la existencia real de sistemas de información acerca de la vigilancia de la salud creados por las diferentes administraciones públicas competentes en materia de salud: cáncer, gripe, VIH, atlas de mortalidad…
– Necesidad de incidir en las exigencias de los medios de comunicación y de las empresas informativas a las administraciones para que exista una comunicación fluida con los responsables de la salud pública.
– Responsabilidad social de los comunicadores a través de la búsqueda de testimonios de expertos que enriquezcan las informaciones del caso difundidas por los propios gabinetes de prensa de las administraciones de salud.
– Distinguir a priori el impacto de la difusión del hecho noticioso por su relevancia a nivel local (un determinado brote en un municipio), nacional (difusión por agencias de una epidemia con posible afección en la totalidad del país) o internacional (pandemias).
– Enriquecer la información por múltiples canales informativos.
*Estas recomendaciones forman parte de una «Guía de estilo para comunicadores en salud» publicada por el Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía, la Junta de Andalucía y la Universidad de Sevilla.