La junta directiva Asociación de la Prensa de Segovia, con el respaldo de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la adhesión del Colegio de Periodistas de Castilla y León, muestra su apoyo a la redacción del diario El Adelantado de Segovia en su derecho a no firmar las informaciones, acogiéndose a la cláusula de conciencia, reconocida por la Constitución Española, por entender que se transforman los contenidos originales elaborados por los periodistas, pudiendo estar conculcándose a la vez el derecho de los ciudadanos a recibir una información veraz.
En la Asociación de la Prensa de Segovia se ha recibido un escrito en el que redactores, fotógrafos y técnicos de El Adelantado de Segovia denuncian que, desde que comenzó la campaña electoral, por parte de la dirección -con asesoramiento externo- se modifican titulares, textos, fotos y maquetas de páginas, «en muchas ocasiones cambiando, incluso, el sentido de las mismas y transmitiendo a los lectores ideas incorrectas», según señalan textualmente.
Ante el anuncio de que las informaciones continuarán sin firmar, hasta que concluya esta situación, las organizaciones profesionales pedimos a la empresa editora que reconduzca esta situación anómala y marque líneas claras respecto a su línea editorial, respetando el trabajo de los periodistas y fotógrafos, con el fin de que no se produzcan situaciones como las denunciadas, que faltan a los principios éticos del periodismo, también exigibles a los editores y responsables de los medios de comunicación, así como al derecho a la información.
Con independencia de que los periodistas se acojan a la cláusula de conciencia, la Asociación de la Prensa de Segovia estudia solicitar la apertura de un expediente informativo a la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología, un órgano independiente surgido de la FAPE, por si pueden estar vulnerándose algunos de los artículos del Código Deontológico, como el número 2, en el que se cita que «el primer compromiso ético del periodista es el respeto a la verdad».
Efectivamente, de demostrarse que hay una reiterada deformación o manipulación de los textos originales elaborados por los profesionales, que se entiende han sido elaborados acudiendo a las fuentes y contrastando opiniones, se podría estar deformando la veracidad de las informaciones y por tanto lesionar el derecho fundamental de los ciudadanos a recibir informaciones veraces.
En línea con los manifiestos aprobados por la asamblea de la FAPE, en procesos electorales, como el que vivimos, si no se fortalecen los medios de comunicación, seguirán ganando las señales únicas de televisión de los partidos políticos, los textos remitidos y las comparecencias sin preguntas de los periodistas. Por eso, solicitamos también a los partidos políticos que garanticen de hecho y de derecho el pluralismo y la neutralidad informativa en los medios de comunicación, tanto de titularidad pública como privada, y a las empresas que sean conscientes de que los medios ejercen un papel de servicio público a los ciudadanos, que debe primar por encima de intereses privados.
Es momento para insistir en el requerimiento a los editores y empresas propietarias de los medios de comunicación que apuesten por la calidad para ser competitivos y sean conscientes de que, prescindir de periodistas con continuados despidos, o menospreciar su trabajo, es una política empresarial errónea y les llevará al cierre porque se romperá su vínculo con la población, además de que prácticas como las denunciadas, ponen en duda la imagen de la empresa y de sus directivos.